martes, septiembre 05, 2006

EL 5 DE SEPTIEMBRE DE EDUARDO MATA

Luis Manuel Amador
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Un músico nació en la Ciudad de México el día que una ciudad de Oaxaca conmemoraba la victoria contra una invasión militar en su incursión fallida. El 5 de septiembre de 1866 el pueblo de Juchitán libró la batalla donde venció al mejor ejército del mundo en l siglo XIX. Ahora, en 2006, Juchitán de Zaragoza asumirá el adjetivo "Heróica" como prefijo. La ceremonia oficial para la erección del nombre se pospuso y, mientras todo sucede, el músico nacido en la misma fecha continúa viviendo en la voluntad de la memoria y de un acervo musical. La Fonoteca Eduardo Mata comparte una semblanza de este maestro, oaxaqueño adoptivo, que por devoción hizo de Oaxaca su ritual de pasaje para consagrarse a la música.
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Eduardo Mata Asiaín nació el 5 de septiembre de 1942, en México, D.F. y fue un reconocido músico y director de orquesta. Estudió composición en el Conservatorio Nacional, donde fue alumno de Carlos Chávez. Fue jefe del Departamento de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 1965 a 1972, y asesor artístico y director de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) durante los años 1972-1985.
Fue director residente en el Festival del Berkshire Music Center (1964), director permanente de la Sinfónica de Guadalajara, director artístico de la Sinfónica de la UNAM (que transformó en Filarmónica), director residente de la Sinfónica de Phoenix (1974-78), director musical de la Sinfónica de Dallas(1977-), director temporal de la Sinfónica de Londres (desde 1974) en giras por Bulgaria, Austria y México; director invitado de la Juvenil Italiana (1986-87) y director huésped de diversas orquestas de Alemania, Japón, Suecia, Dinamarca, Italia, España, Holanda y los Estados Unidos de Norteamérica. En 1986, durante el Festival Internacional Cervantino, dirigió los conciertos de Brandenburgo con una orquesta de cámara formada expresamente para esa presentación.
Autor de Trío para Vaughan Williams (1957), Sonata para piano (1960), Improvisaciones para clarinete y piano (1961), Sinfonía N° 1, Clásica (1962), la Suite para Ballet Dévora (1963), Sinfonía N° 2, Romántica (1963), el Ballet Los Huesos Secos (1963), Improvisación para cuarteto de cuerdas y piano a cuatro manos (1964), Aires (1964), Improvisación para violín y piano (1965), Sonata para Cello (1966), Sinfonía N° 3 para alientos y como obligado (1966), entre otras obras. Fue miembro de El Colegio Nacional desde 1984.
Eduardo Mata llegó a la ciudad de Oaxaca a los 5 años de edad cuando su padre, Federico Mata Sarmiento, fue nombrado Jefe de Hacienda por el presidente Miguel Alemán.
Don Federico Mata nació en Oaxaca, en el Barrio de los siete príncipes. Después de una prolongada ausencia regresó a su tierra natal junto con su esposa, Ana María Asiaín, y sus hijos Federico, Ana María y Eduardo.
Eduardo Mata inició su educación musical en Oaxaca, al escuchar a la Banda de Música del Estado en los días cuando acompañaba a su nana a las clases de música de ésta. A la edad de 11 años regresó con su familia a la Ciudad de México.
A pesar de sus múltiples compromisos, siempre se dio tiempo para regresar a la tierra de su infancia. A la edad de 16 años dirigió a la banda de música del estado en un concierto dominical.
En 1976 trajo al Teatro Macedonio Alcalá, a la Orquesta Nueva Filarmónica de Londres. En 1982 volvió a inaugurar el Festival de Primavera, para celebrar los 450 años de la fundación de la ciudad de Oaxaca, así como cada año, hasta 1985, para dirigir la Banda de Música del Estado y a una pequeña orquesta integrada por músicos oaxaqueños, en el Teatro Álvaro Carrillo. Entre fines de los ochenta y principios de los noventa apoyó al Patronato para la restauración del órgano de Tlacochahuaya.
En Octubre de 1993 dirigió a La Camerata y al pianista Alberto Cruzprieto en el exconvento de Santo Domingo (concierto que quedó grabado en un disco compacto). Después de ese concierto firmó ante notario su ingreso como miembro del Pro-Oax, para sumarse a los trabajos de esta Asociación Civil.
En 1994 dirigió a los solistas de México, a beneficio de la restauración del Teatro Macedonio Alcalá, de Oaxaca. Desde que regresó a su país, en 1993, Mata tenía en mente múltiples proyectos: volver a la composición, impartir seminarios de dirección orquestal, formar músicos mexicanos, dirigir obras de nuevos compositores nacionales, realizar giras internacionales con solistas de México, grabar una serie integral de música Iberoamericana. Uno de los proyectos que más lo entusiasmó fue la fundación de una fonoteca y una escuela de música en Oaxaca.
El 4 de enero de 1995 una aeronave Piper Aerostar pretendía surcar el cielo por la ruta que va de Cuernavaca a Dallas. Tras despegar de la pista, el aeroplano sufrió la avería de un motor y se estrelló intentando, en vano, un aterrizaje forzoso. Eduardo Mata no era pasajero de la nave que cobró la vida de las personas a bordo del vuelo: él conducía la nave, y no hubo sobrevivientes. La muerte lo sorprendió dos años antes de ver realizado uno de sus anhelos, la fonoteca que hoy perdura gracias a su generosidad, y que lleva su nombre.
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Primer movimiento (Allegro, 5:14). Symphony No 9 in E-flat Major, Dmitri Shostakovich. The Dallas Symphony Orchestra. Director: Eduardo Mata