sábado, mayo 19, 2007

JOHN CAGE: partir de cero
Vivian Abenshushan


Darnos cuenta de que no poseemos nada,
esa es nuestra poesía.
J. C.


Cuando tenía quince años mi padre me prestó un librito de Aaron Copland sobre Cómo escuchar música (música “clásica” o “culta”, se entiende, ese tipo de música para la que uno se tiene que educar), en el que introducía algunos conceptos fundamentales como armonía, timbre, contrapunto... También explicaba la diferencia entre sonata, sinfonía, concierto, y daba ejemplos de algunos epígonos de la música occidental como Bach, Mozart y, a veces, el propio Copland. Aunque estaba escrito con un estilo amigable y festivo, un estilo como el de la música de Copland, aquellos conceptos perduraron poco tiempo en mi memoria. Y, sin embargo, yo escuchaba música. Lo hacía con frecuencia desde que era niña, sobre todo los domingos por la mañana cuando mi padre encendía el tocadiscos de la sala, tomaba un trinche de carnes frías en la mano y con ella dirigía, en calzoncillos, a una orquesta invisible. Scarlatti, Schubert, Schumann, Saint-Saëns, Mahler, Rachmaninoff, Shostakovich, Prokofiev (los rusos me gustaban especialmente). Alguna vez puso a Xenakis. Pero jamás lo vi dirigir una pieza de John Cage.
Aunque es común encontrarlos reunidos en CDs del tipo The Contemporary American ‘C’, donde aparecen como los compositores distintivos del estilo estadounidense, es probable que no exista nada más antagónico en la historia de la música moderna que la obra de Copland (Brooklin, 1900) y Cage (Los Ángeles, 1912). De un lado, el héroe de la armonía inconfundible (pienso en El Salón México, en Billy the Kid, en toda la música que escribió Copland para el cine); del otro, el niño salvaje que propagó la desarticulación del lenguaje musical (la armonía y la tonalidad: ¡al cesto!) y buscó extinguir con sus procedimientos las nociones de estilo y composición (es decir, de cualquier cosa que fuera inconfundible). De hecho toda la estética, el pensamiento y la vida personal de Cage no son más que una permanente demolición del tipo de cosas que representaba Copland, es decir, una tradición en ruinas.


Vivian Abenshushan (Ciudad de México, 1972) es narradora, ensayista y editora, autora de El clan de los insomnes (Tusquets, 2004). Es colaboradora de suplementos y revistas como El Polemista, Letras Libres, Fahrenheit y Nouvelles du Mexique. Es cofundadadora de la editorial Tumbona Ediciones: www.tumbonaediciones.com


Tomado de Revista Replicante No 10, Sección "Pensamiento y reflexión", México, 2007





domingo, abril 29, 2007

Despiden con la primera sinfonía de Rachmaninov a Mstislav Rostropovich


Agencias AFP, DPA, REUTERS

Moscú, 28 de abril. Con música, como tal vez él mismo hubiera elegido, este sábado fue velado el cuerpo del chelista, director y compositor ruso Mstislav Rostropovich, considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX, quien falleció a los 80 años de edad el pasado viernes, víctima del cáncer de hígado que padecía desde hace varios meses.
El féretro de Rostropovich permaneció durante todo el día en una sala del Conservatorio de Moscú, donde grabaciones de su música y la ejecución de la primera sinfonía de Rachmaninov a cargo de una orquesta, sirvieron de telón de fondo para la llegada de cientos de personas, que acudieron con flores a despedirlo.
Su viuda, la soprano Galina Vishnevskaya, recibió el pésame de los visitantes, entre quienes se contaron numerosos personajes de la política y las artes rusas, como el presidente Vladimir Putin, la vicepresidente de la Cámara baja, Liubov Sliska, y el escritor Víctor Ernfeiev.
Tras la misa fúnebre de hoy en la Catedral del Cristo Salvador, el músico será enterrado en el cementerio de Novodevichy, donde la semana pasada fueron llevados los restos del ex presidente ruso Boris Yeltsin.

"Me hizo llorar. Pero trajo calor a mi corazón"


La muerte de Mstislav Rostropovich generó múltiples reacciones de condolencia que resaltaron su "inmensa" calidad artística y compromiso político contra el estalinismo.
El director argentino-israelí Daniel Barenboim consideró al chelista como un "verdadero titán", y uno de los intérpretes y compositores más determinantes del siglo pasado. Por su parte, el italiano Ricardo Muti dijo que "su desaparición deja a la música y a la cultura sin una de las figuras más extraordinarias de nuestro tiempo."
En el mismo sentido se pronunciaron el director japonés Seiji Ozawa, el escritor ruso Alexandr Solyenitzin -gran amigo de Rostropovich- y el presidente francés Jacques Chirac. Al sentir de quienes lo conocieron se suma el de Vladimir Mijailov, un hombre ruso de 80 años que acudió al funeral ayer y definió con sencillez: "La primera vez que lo oí me hizo llorar. Pero también trajo calor a mi corazón".

Fuente: La Jornada, domingo, 29 de abril de 2007
Fotografía: Reuters, Funeral de Mstislav Rostropovich en el Conservatorio de Moscú






sábado, enero 13, 2007

LIBRO DEL MES


Héctor Villareal, Imaginarios musicales de la globalización. Fondo Editorial Tierra Adentro (322). Primera edición, 2006, 130 p.

La globalización ha llegado ya… bailando modernidad. Nuestros vínculos con el pasado, nuestras relaciones interpersonales, nuestra conciencia de sí, la construcción de nuestra imagen y de la imagen del mundo son en conjunto puntos de partida y al mismo tiempo resultados, son procesos vivos y a la vez mediaciones que tienen lugar en el mundo y sus intersticios. Este ensayo, que parte de los presupuestos del mundo contemporáneo, se enfoca a esclarecer el papel de los medios de comunicación masiva en su vinculación con la industria discográfica y las maneras en que individuos y grupos, a nivel mundial, se apropian o se disocian de tales elementos, en función de la construcción de sus identidades. Imágenes auditivas que confluyen en un mundo de significaciones sociales y culturales sometido a vertiginosos cambios o… repeticiones, asociados a géneros y subgéneros que reivindican lo mismo movimientos sociales que la defensa de derechos humanos o diversas propuestas estéticas. En una palabra, nos acercamos aquí a la militancia de audiencias conscientes que buscan espacios alternativos para extender los límites impuestos por la rígida globalización económica al tender puentes entre las diferencias étnicas, sociales y culturales. El autor se extiende en su análisis y puntual descripción en torno a las muy variadas expresiones musicales de hoy: de la world music al psychodelic trance, describe las diversas cumbres de los actuales fenómenos comunicativos; como la world beat, el Love Parade, la kraftwerk, el tecnochamanismo y otros.

Un jurado formado por Dana Gelinas, Anamari Gomís y Vicente Quirarte concedió el Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos 2006 a este libro.

sábado, enero 06, 2007

La música, opción preferida de los radioescuchas capitalinos

Jóvenes entre los 10 y los 24 años de edad están expuestos al medio 10 horas diarias

Por Arturo Cruz Bárcenas

Según el análisis, las mujeres escuchan la radio más que los hombres. Se escucha radio contra la soledad, para contrarrestar el aburrimiento y, sobre todo, por entretenimiento. La música es la opción más elegida en la ciudad de México, por encima de los noticiarios u otra variante, como los deportes.
En la urbe operan 52 estaciones concesionadas (de 16 grupos radiofónicos), cada una con contenidos distintos y que conforman la Asociación Nacional de Radiodifusores del Valle de México (ARVM), que encargó a la empresa Ipsos Bimsa un estudio que comenzó en 2004 y se concretó en 2006.
Casi 12 millones de personas eligen diariamente entre un millar de programas de radio disponibles durante las 24 horas del día.
Análisis de Pearson
En otra investigación, realizada por Pearson "con los más altos estándares de investigación y supervisada por los comités de investigación y fomento de la ARVM", se muestra "una radiografía de los hábitos de los radioescuchas capitalinos mientras estamos fuera del hogar", escribe la ex presidenta del Consejo Directivo de la asociación, Karen Sánchez Abbott.
El público objetivo fue el de aquellas personas que escuchan la radio al menos 20 horas a la semana, y de éstas al menos 12 fuera del hogar. La entrevista fue cara a cara y casa por casa. Así, la radio se escucha fuera del hogar durante 3.8 horas en promedio al día; en el auto particular la media es de dos horas diarias.
En promedio, los habitantes del área metropolitana del valle de México la escuchan 39.6 horas a la semana dentro y fuera del hogar, donde los hombres la escuchan más. Las personas atienden la radio por entretenimiento, principalmente, "para hacer menos pesadas las horas laborales e informarse de lo que pasa en el mundo". La radio es un acompañante. En todos los sitios base de la encuesta (trabajo, automóvil u hogar) este medio se escucha para "no sentirse solo o para mejorar el estado de ánimo".
El porcentaje de las personas que escuchan la radio fuera del hogar llega a 30 por ciento a partir de las seis de la mañana y se mantiene con ligeras variaciones hasta las seis de la tarde. Los máximos de audiencia son entre las seis y las 11 de la mañana, y de las dos a las seis de la tarde.
Noventa y tres por ciento de los mil encuestados escucha música cuando está en el trabajo; 34, noticias; 7 por ciento, deportes; 6, contenido; 5, reporte del tránsito, y 5 por ciento, espectáculos. Los porcentajes no suman cien por ciento por tratarse de multirrespuestas. En el auto los resultados son similares: 85 por ciento, música; 31, noticias. Hay poco interés por la salud (sólo 2 por ciento).
Las mismas tendencias se observan en microbús o peseros: 97 por ciento, música; 13, noticias; reporte de tránsito, 6, y espectáculos, 3. En estos transportes, los escuchas más asiduos son empleados de nivel medio (27.1 por ciento), seguidos por estudiantes (26.3) y comerciantes (6.7).
El sondeo indica que la percepción general es que ha aumentado la flota vehicular en la ciudad. "Más automóviles significan más radios encendidas durante más tiempo".
Análisis de Ipsos Bimsa
Según el otro estudio (de percepción del medio, de Ipsos Bimsa), las mujeres escuchan más la radio (51 por ciento, contra 49 de los hombres). Treinta y tres por ciento de la audiencia tiene menos de 25 años.
A partir de la adolescencia, las personas eligen, optan. Aunque la radio goza de la preferencia de personas de todos los niveles académicos, destaca la participación de los sectores con mayor instrucción, ya que no siempre encuentran en otras alternativas (la televisión) contenidos que los satisfagan.
Es un medio que se caracteriza por la fidelidad de sus escuchas, ya que el auditorio en el cual las emisoras gozan de más apego está entre los 15 y los 24 años de edad. Cada segmento económico se identifica con alguna emisora o programa en el cuadrante, ya que es un medio incluyente.
El lugar donde se encontrará una radio encendida con mayor frecuencia es el automóvil, seguido del hogar y el trabajo. La gente busca informarse, relajarse, divertirse y encontrarse.
Los jóvenes entre 10 y 24 años están expuestos al medio a lo largo del día, con una completa permanencia entre las 9 y las 19 horas. Esto se debe a que las emisoras se actualizan todas las semanas al incorporar nuevos tracks musicales, lo que las convierte en el medio ideal para estar al tanto en las propuestas de los músicos, diyeis e intérpretes.
Para los ejecutivos (mayores de 25 años que trabajan dentro de los tres primeros niveles jerárquicos de la compañía y con personal a su cargo), el horario ideal para sintonizar la radio es por la mañana y alrededor de las ocho de la noche, tiempo en el que están en su auto. A lo largo del día, encuentran en distintas emisoras asesoría especializada que les ayuda a orientar sus decisiones y a construir una opinión sobre diferentes temas. En contraste, la televisión capta a este nicho sólo por las noches.



Tomado de La Jornada, sección Cultura, sábado, 6 de enero de 2007

martes, enero 02, 2007

LA FONOTECA NACIONAL, LISTA PARA FUNCIONAR

Elvira García


A unos días de que concluyera el sexenio de Vicente Fox, Li dia Camacho, directora de Radio Educación, y Sari Bermúdez, hoy ex titular del Conaculta, organizaron una visita guiada por los edificios que conforman la Fonoteca Nacional.
Concebida desde hace buen tiempo como necesaria para albergar los miles y miles de fonogramas que existen en radiodifusoras, institutos de cultura y centros de investigación relacionados con audiocintas que rescatan memoria histórica de México, el proyecto de la Fonoteca Nacional fue puesto en papel por Lidia Camacho, que se lo presentó a la SEP y a Sari Bermúdez, quien lo incluyó en el Programa Nacional de Cultura 2001-2006.
Para el año 2002, y aún a inicios del 2003, ese proyecto se antojaba como un sueño, un ambicioso paso casi imposible de llevar a la realidad, por el costo y la complejidad técnica del mismo. Sin embargo, la urgente necesidad de que la memoria sonora de México -generada principalmente por la radio cultural- tuviese un recinto que albergara todos sus cintas, hizo posible que se le encontrara presupuesto a lo que existía sólo en el papel.
En agosto del año 2004, el gobierno de Fox asignó un inmueble a la Fonoteca. Se trataba de la Casa de Alvarado, histórica finca del siglo XVIII, en la calle de Francisco Sosa. Arquitectos, ingenieros y restauradores pusieron manos a la obra para rescatar ese espacio del deterioro en que se encontraba, invadido por plagas de toda especie. A la par se construiría un nuevo edificio.
A finales de noviembre de 2006, los trabajos de los edificios que albergarán la Fonoteca Nacional quedaron prácticamente concluidos y fueron presentados a los medios. La Casa de Alvarado y el nuevo edificio se asientan en una superficie de 6 mil 352 metros, y en la reconstrucción y creación de la obra trabajaron especialistas. Unos, en restauración de monumentos históricos, que se hicieron cargo del rescate de la casa y le devolvieron las condiciones arquitectónicas y de seguridad que garantizan su permanencia. Otros, en la construcción de bóvedas de preservación de fonogramas. Y otros más, en la arquitectura del paisaje.
Así las cosas, poca distancia de Casa de Alvarado, y sobre una superficie de mil 200 metros, se construyó un edificio de tres pisos, con todas las condiciones de humedad, de temperatura, antisismisidad y prevención de incendios. Aquí están las bóvedas donde han de resguardarse cintas, discos y todo tipo de registros analógicos y digitales; ahí también se ha creado un área dedicada a la recepción de fonogramas provenientes de todo México, así como otra que servirá para la limpieza, catalogación y digitalización de tales fonogramas, mismos que en otro espacio del edificio serán digitalizados. Una vez terminado ese proceso, los fonogramas podrán ser consultados, vía internet o ahí mismo, en la fonoteca.
En la antigua Casa de Alvarado se ha diseñado ya una audioteca y salas de lectura. También habrá aulas para talleres de capacitación y espacios para investigadores. Hay también un auditorio y áreas de cafetería. El jardín, por su parte, está siendo reconstruido por un arquitecto del paisaje que le devolverá la traza que tenía en el siglo XVIII.
La Fonoteca Nacional es ya una realidad, aunque está casi vacía. Por ahora, cuenta con un acervo de 140 mil registros analógicos, entre discos y cintas, pero tendrá la capacidad de contener un millón 340 mil de éstos. Y en lo que se refiere a registros digitales, la bóveda tiene capacidad para preservar 2 millones de horas. Hoy cuenta ya con una riqueza inicial de 10 mil, producto de la donaciones particulares y gubernamentales.
La Fonoteca dará servicio al público al final del primer trimestre de 2007, y estará abierta a todos, seamos o no especialistas en radio o investigadores. Será un recinto de disfrute y de aprendizaje del valor que tiene la memoria sonora. Sólo falta que Segio Vela, titular de Conaculta, diga quién va a dirigirla. Esperemos nombre a alguien que respete la vocación del recinto.




Tomado de www.eluniversal.com.mx, (sección Medios de por medio), martes 02 de enero de 2007